Se la considera uno de los personajes históricos más controvertibles y sugestivos de la época colonial en Santiago de Guatemala (en esa época la capital del Reino de Guatemala) durante la primera mitad del siglo XVII. Su fama como escritora comenzó por una referencia que hizo de ella el inglés Thomas Gage (1597-1656), fraile, viajero y escritor.
En su momento, Juana de Maldonado, con el beneplácito de su acaudalada familia, decidió recluirse en un convento y hacerse monja. Esto le permitió dedicarse de lleno a las actividades artísticas y eruditas. Ingresó como novicia en el Monasterio de la Inmaculada Concepción de María, conocido actualmente como Convento de la Concepción, y profesó sus votos irreversibles el 27 de diciembre de 1619. Tomó el nombre de Sor Juana de la Concepción.
El Convento de la Orden de la Inmaculada Concepción fue la primera institución para religiosas en Guatemala. Fue fundado en 1578 por una abadesa y tres monjas venidas desde México. Durante treinta años fue el único monasterio femenino en este territorio.
El reconocimiento sobre esta mujer se acrecentó en 1867, con la publicación de Los Nazarenos, la novela histórica de José Milla y Vidaurre, en la cual Maldonado figura como personaje, específicamente como maestra de novicias del Convento de la Concepción cuando doña Violante (personaje ficticio) recibe el hábito. Ella es quien, dentro de la trama de la novela, toma particularmente bajo su dirección y protección a la protagonista femenina de la historia.
Las obras líricas que se le atribuyen a Maldonado son: Entretenimiento en Obsequio de la Guida a Egicto; Letra con estribillo a la Inmaculada Concepción; A los santos reyes; Al divino esposo; Para las despedidas; Versos para la Pascua; Para el Día de los Inocentes y Oda a San Antonio.
El Museo de la Semana Santa, claustro de sor Juana de Maldonado, fue fundado en 2007 por el Consejo Pro Tradiciones Cuaresmales, con el respaldo económico del gobierno de Taiwán, como parte de la restauración del edificio (Convento de Sor Juana de Maldonado). Aquí se pueden observar más de 250 piezas, entre las que se destacan maquetas de las andas procesionales, instrumentos y partituras de las orquestas durante los cortejos, así como figuras, alfombras, imágenes de Cristo Crucificado y túnicas procesionales.
En el presente, este museo cuenta con un recorrido que inicia enseñando lugares históricos como ruinas y salas escondidas dentro del edificio y prosigue con una exposición de objetos y piezas importantes pertenecientes al lugar, y que tienen relación con la Semana Mayor guatemalteca, por ejemplo la fuente, la capilla o la ornamentación de las puertas de acceso.
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