Las máscaras a la entrada de Selina se nos hacen una buena analogía de lo que se viene adentro. Diversidad y belleza. Es difícil describir el estilo que tiene Selina en Antigua, pues, aunque está en un edificio con arquitectura colonial, sus espacios son muy eclécticos y urbanos. Por donde pases hay gente linda. Gente linda trabajando, gente linda descansando, gente linda co-creando. Linda no solo en lo físico sino en la parte del espíritu. Se respira paz y creatividad. Un gran compromiso con la comunidad local, muchos programas de impacto social, habitaciones para todos los presupuestos, dorms mixtos y separados por género, cómodos y con lo básico para las necesidades de hoy en día, hasta habitaciones privadas tan equipadas que no dan ganas de salir de ellas. Es un espacio creativo, y muy divertido. Hay tantas cosas para hacer en el hostal que dan pocas ganas de salir de allí. Buenos tragos, gran ambiente, comida rica, juegos de mesa, un par de aguacatales gigantes que le dan sombra al lugar. Selina nos gusta por su diversidad, en todo el sentido de la palabra.